No me pueden negar que no hay nada más apetecible que un perrito caliente recién servido, con su pan esponjoso y su salchicha roja bañada de mostaza y ketchup. ¿Y si multiplicamos esos hot dogs 50 veces más y los convertimos en disfraces para toda la familia? ¿A que es un planazo?
No se me ocurre nada más divertido que varios perritos calientes corriendo por la calle, y más si son miembros de la misma familia. Es para partirse de la risa…
Los atuendos están confeccionados en espuma de polietileno y son de talla única (adultos 164-185 cm y niños 110-140 cm). Además son muy sencillos de poner y no hay que estar volviéndose loco con maquillaje. En un minuto estás listo para la fiesta.
Con este disfraz de hot dog tendrás que guardarte el ridículo para otro día, pues la verdad es que todo el mundo que te mire se morirá de risa al ver tu aspecto. Pero de eso se trata y es lo fundamental en un disfraz (de perrito caliente), hacer que la gente se lo pase bien, incuído tú mismo…
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